Roccamorice Eremo di San Bartolomeo

El eremitorio de San Bartolomeo es uno de los eremitorios celestinos más espectaculares y famosos de la Majella. Fue edificado en 1250 aproximadamente sobre una construcción preexistente por el papa Celestino V. Presenta un colorido completamente homogéneo a las rocas que lo encierran. La iglesia y dos pequeños espacios destinados a los ermitaños se elevan sobre la balconada rocosa a la que se accede a través de cuatro escaleras: una al norte, compuesta por 30 escalones irregulares tallados directamente en la roca, una al sur, también tallada en la roca, pero más larga e irregular, y finalmente dos en el centro de la balconada, una de las cuales cumplía las funciones de Scala Santa. La iglesia presenta en su fachada rastros de un fresco que representa, en la parte baja, un ostensorio y, en la parte alta, dos paneles con Cristo y una Virgen con Niño. El interior está iluminado por una puerta-ventana. A lo largo de la pared izquierda hay una pequeña fuente de agua, que, a través de un canalito, fluye hacia fuera de la iglesia perdiéndose en la roca. Esta agua, considerada santa, una vez mezclada con el agua de la fuente subyacente al eremitorio, se recoge en el agua bendita.