NS729: Durch´s Herz der Grafschaft Bentheim

Esta ruta nos muestra el balneario de Bad Bentheim con sus principales lugares de interés, así como los municipios vecinos de Schüttorf y Gildehaus con algunos testigos históricos.

Comenzamos la ruta en nuestro hotel y en pocos minutos llegamos a la fortaleza. La antigua residencia condal de Bad Bentheim tiene una larga historia. Hasta hoy en día, miembros de la familia principesca de Bentheim y Steinfurt residen en el castillo, que se alza visible sobre una base de arenisca. Hoy en día es una de las fortificaciones más impresionantes y antiguas del noroeste de Alemania. Gran parte del extenso recinto puede visitarse, incluyendo la sala de los caballeros, la iglesia de Santa Catalina, diversas exposiciones, los pasadizos defensivos y la torre del polvo. Desde su plataforma a 30 metros de altura se disfruta de una magnífica vista del castillo, la ciudad y los alrededores. Al norte del conjunto de la fortaleza se extiende el amplio parque del castillo.

Poco después de cruzar la vía férrea, llegamos al parque del balneario. La fama de Bad Bentheim como balneario se debe a una fuente de salmuera con un 27% de contenido en sal. Es una de las fuentes minerales más ricas de Europa, y su agua es similar a la del Mar Muerto. Los visitantes del spa mineral pueden disfrutar del agua de salmuera diluida y calentada a 30 grados. El templo de bienestar ofrece varias piscinas interiores y exteriores, una zona de saunas y tratamientos como masajes o envolturas corporales. La clínica especializada vecina se ha centrado en enfermedades de la piel, articulaciones y corazón.

Seguimos hacia el este hasta Schüttorf, el municipio más antiguo del condado. A finales del siglo XIX, el auge de la industria textil trajo riqueza y prestigio. En aquella época, Schüttorf era la ciudad con más millonarios. Numerosas villas suntuosas recuerdan aún ese tiempo y dan a la zona un encanto muy especial. También merecen visita el ayuntamiento de estilo gótico tardío del siglo XV con la cárcel municipal, la antigua farmacia del siglo XVIII, la iglesia evangélica reformada —construida a principios del siglo XIV en arenisca de Bentheim— y la casa de los campesinos.

Después de unos 15 km por campos y praderas llegamos a la localidad de Gildehaus, situada en dos

crestas elevadas, conocida también como la «Perla del condado». En el centro del pueblo encontramos el molino del este del siglo XVIII y el antiguo ayuntamiento de Gildehaus, construido en 1656. Las dos ampliaciones a izquierda y derecha alojaban anteriormente las clases superiores de la escuela municipal.

Hoy en el ayuntamiento histórico se halla el Museo Otto Pankok. Pankok es considerado un artista radical de la pintura moderna. Suspendió dos veces sus estudios en academias de arte. Hoy en día podría ser conocido como un «joven salvaje». Muy temprano eliminó el color de sus obras y creó a menudo dibujos grandes a carbón. Además de las obras de Otto Pankok, merece atención la escultura «El lenguado» de Günter Grass situada frente a la entrada del museo.

Abandonamos Gildehaus y bordeamos el Gildehauser Venn, una comarca de humedales al sur, uno de los humedales más impresionantes e importantes del noroeste de Alemania que alberga muchas plantas y aves raras, antes de regresar a nuestro hotel.