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La carretera principal hacia Zielona Góra era bastante agradable, aunque los camiones que se adelantaban en la recta en Piaski eran un poco molestos... En Zielona, tomé a Bartek y, por caminos secundarios, nos dirigimos hacia Nowa Sól a casa de sus abuelos. La ruta salió supuestamente de 92 km, pero en realidad, después de volver a casa, tenía 117 en el contador. Esos más de 20 km adicionales fueron por dar vueltas por los bosques detrás de Drzonków hasta Ług. En Nowa Sól paramos para disfrutar de unas deliciosas tortitas de manzana de la abuela de Bartek. Nos despedimos, Bartek regresó por la misma ruta a casa, yo me desvíe hacia Kożuchów, donde me recargué con un isotónico de Biedronka y un Snickers y, por un camino bastante agradable, llegué a casa. ¡El primer viaje más largo después del invierno está hecho :)