2014-06-06

Solo tuve que pedalear. En la orilla sur del lago Velence seguí la bien construida ruta ciclista. En Soponya no pude ver el castillo Zichy porque estaba completamente cerrado y vigilado por perros. En Székesfehérvár, siguiendo las indicaciones de un cartero, entré al restaurante Diófa, donde me tomé un descanso prolongado. En Lovasberény, sin embargo, visité el castillo, que también fue propiedad de la familia Zichy en algún momento. En el terreno de mi colega y compañero de ruta Sanyi, luché contra varios lobos y me fui a descansar a mi tienda temprano por la noche.