Formia - Neapel

Sigue siendo bastante llano y avanzo bien. Evito la autopista y tomo la carretera costera menos transitada, pero cuanto más me acerco a la metrópoli de Nápoles, más aumenta también el tráfico. No quiero llegar demasiado tarde a mi destino diario, así que solo me detengo brevemente. El comité de bienvenida, compuesto por damas de piel oscura y vestimenta ligera, acompaña la carretera costera, y también se puede ver a muchos otros de piel oscura. Muchos de los inmigrantes que vienen del norte de África se establecen en el área metropolitana de Nápoles. También tendremos que acostumbrarnos a esta imagen en Alemania. A primera hora de la tarde llego a la periferia norte de Nápoles. Intento navegar a través de la jungla urbana con la ayuda de Google Maps. Sin embargo, pronto me doy cuenta de que esto apenas me acerca al hotel reservado a través de HRS, ya que la zona es inaccesible para bicicletas. Frustrado, me rindo y alquilo un taxi. Poco antes de caer la noche, llego al hotel. Después de la obligatoria ducha, compro un poco de provisiones en un pequeño supermercado y me voy a la cama pronto. Una vez más tengo que constatar que las grandes ciudades no me agradan.