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Hoy está programada una de las etapas reina. El punto culminante será sin duda la ascensión al Col de L’Iseran, con casi 2.800 m de altitud. La subida de 17 km al Col de L’Iseran nos ofrece repetidamente vistas de ensueño del Gran Paradiso y del parque nacional de la Vanoise. Si miramos hacia abajo, vemos Val d’Isere y la conocida estación de esquí de Tignes. Tras superar 900 metros de desnivel, hemos alcanzado el puerto y nos hemos ganado un merecido descanso. Luego sigue un descenso magnífico y prácticamente interminable hacia Bonneval, un pueblo de montaña francés conservado en su estado original. Después viene un tramo largo, en parte llano o con ligera pendiente descendente, hasta Modane, y cuanto más bajamos por el valle, más sopla el viento en contra. Quien ya haya tenido suficiente por hoy, puede, por supuesto, volver a subir al autobús. Para cerrar el día, ahora tenemos la ascensión al Col de Telegraphe a unos 1.570 m de altitud. La subida tiene unos 12 km de largo y una pendiente constante de aproximadamente el 8-9 %. Tras un corto descenso, llegamos a nuestro destino de etapa: la conocida estación de verano e invierno de Valloire. En un hotel sencillo pero agradable, nos merecemos una buena cena francesa.