Thayarunde

Los ciclistas pasan por imponentes castillos, majestuosos palacios y viejos monasterios, hacia nuestros vecinos checos y hacia lugares de baño en el río, donde las cansadas piernas se recuperan rápidamente. Las antiguas vías del tren de Thayatal y de Göpfritz-Raabs marcan el camino.

Mantenerse en la vía

Para que las viejas locomotoras a vapor no se fatigaran demasiado, hace muchos años, ingeniereos ferroviarios rectificaron el recorrido paisajístico. Gracias a las vías asfaltadas, el placer ciclístico en el camino de 111 km ahora es apto para grandes y pequeños amigos de la bicicleta. Aquí la comodidad está en primer plano, donde también una refrescante pausa en los lugares de baño o un picnic entre setos de frutas salvajes ofrecen un agradable cambio. También hay que estar atento a los antiguos vestigios del antiguo ferrocarril y a las marcas de piedra originales que aún marcan el camino hasta el día de hoy.

Ciclismo gourmet sin fronteras

En la ruta ciclista transfronteriza, los diligentes ciclistas obtienen una mirada al pequeño pueblo checo de Pisečné con su cementerio judío antes de que el camino lleve a las pequeñas damiselas y valientes caballeros de los pedales a la próxima pausa de ciclismo en el castillo de Raabs, uno de los primeros castillos de piedra en suelo austriaco. Y para aquellos que quieran probar el sabor de Waldviertel, al final del día esperan deliciosos platos de patatas y carpas recién capturadas.

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