Palmadula-porto Palmas-Argentiera-Palmadula

Una ruta de dificultad media a difícil para hacer temprano en la mañana o en estaciones distintas al verano, ya que se está constantemente bajo el sol. Se deja el coche cerca de la iglesia del pueblo de Palmadula y, por caminos secundarios de tierra, se baja hasta Porto Palmas, una playa situada en una bahía protegida por dos grandes escolleras y formada por arena color ámbar. El lugar es encantador, especialmente a primera hora de la mañana, cuando aún no han llegado los bañistas. Dejado atrás la bahía, se debe cruzar un collado para luego bajar a Argentiera, un antiguo centro minero ahora convertido en zona turística, donde se quisieron conservar los viejos edificios, ya en decadencia, del pasado anterior. Más allá de Argentiera, se deja la costa para adentrarse en el interior de Cerdeña habitado por ovejas, cabras y polvo... El límite se encuentra después de la última casa: un cercado y una puerta que debe cerrarse tras cruzarla. El lugar que recorrerás está completamente aislado; si tienes suerte, podrás encontrar animales pastando. El camino es visible, hay un par de puntos con pendiente pronunciada, pero son cortos. El último tramo lo hice empujando la bici. Al llegar a la cima, se podrá volver a ver el mar. En los mapas alternos de la carretera de tierra, está indicado el inicio de un sendero. Quise ver si era transitable, incluso con la bici a mano, así que dejé la bici esperando, intenté recorrerlo unos cientos de metros, pero los arbustos casi cubren completamente el camino y no hay señales que ayuden a no perderse, así que lo dejé y regresé. Se baja por un camino empinado hasta encontrar la carretera asfaltada que baja a Argentiera. Se recorre en sentido opuesto para volver al pueblo de Palmadula.