Cyklotrasa Toulavou z Kamýku nad Vltavou na Monínec

La zona alrededor del Moldava y la llamada Sibir Checa es perfecta para una ruta en bicicleta y para explorar lugares hermosos y monumentos menos conocidos. Además, los ciclistas pueden disfrutar del impresionante paisaje de muros de piedra y de las colinas circundantes, que suponen un reto, pero que cualquiera puede superar.

Te espera una ruta de 40 kilómetros que, por su desnivel, se considera de dificultad media y el tiempo neto de pedaleo es de unas tres horas. La ruta ofrece multitud de lugares de interés y, si es una salida veraniega, también podrás refrescarte en distintos puntos. Hemos planificado todo el recorrido junto con el Deník para ti aquí.

Comienza en Kamýk nad Vltavou, en las ruinas del castillo de Vrškamýk (49.6401414N, 14.2380219E), y continúa unos cientos de metros hasta la torre mirador junto al castillo (49.6404233N, 14.2430886E). Desde aquí tienes unas vistas espectaculares de los alrededores. Después, baja hasta el Moldava, cruza el puente y afronta la siguiente subida hasta otro mirador (49.6391281N, 14.2659911E). Tras disfrutar de las vistas sobre el valle del Moldava, continúa hasta que llegues al cruce con la ruta ciclista 111 (49.6362675N, 14.2724506E), sigue esta ruta hacia Brzina, pasando junto a Svatý Ján hasta Třebnice (49.6512597N, 14.3592683E) y de ahí a Solopysky (49.6539003N, 14.3848481E). En el camino puedes descubrir monumentos en pequeños pueblos y rincones pintorescos del paisaje.

Puedes tomar algo en la plaza de Sedlčany, donde destaca el bonito ayuntamiento restaurado (49.6581569N, 14.4249556E) y justo al lado tienes una pastelería y un restaurante. Si tienes interés por la historia de la región, enfrente está el Museo Municipal de Sedlčany, con exposiciones históricas y otras de gran interés.

Desde Sedlčany, la ruta ciclista te lleva hasta Červený Hrádek (49.6588528N, 14.4532875E). El castillo, aunque no está abierto al público, impresiona por su majestuosidad, su bonito color rojo y su entorno sombreado en el parque. El conocido arquitecto Jan Kotěra, influenciado por el modernismo, es responsable del actual aspecto neogótico del castillo. Tras 1948 pasó a ser de propiedad estatal y fue usado como museo y archivo. Tras 1989 fue devuelto a sus propietarios originales. El ambiente romántico lo completa el parque del castillo con un estanque. En la zona aún se pueden ver restos de fortificaciones exteriores. Actualmente sólo se puede visitar el parque, que está muy bien cuidado e interesante. El interior sólo se abre en ocasiones especiales. Junto al castillo también hay una tienda de reparación de bicicletas por si necesitas solucionar algún problema (49.6584664N, 14.4472933E).

Luego, la ruta cruza un paisaje encantador, típico de Toulava, lleno de muros de piedra y piedras errantes, y con un pequeño desvío puedes llegar hasta Kosova Hora. Merece la pena. Aquí también puedes descansar y ver el castillo por fuera (49.6537058N, 14.4732294E). Desde Kosova Hora ve hacia Dohnalova Lhota (49.6406542N, 14.4625728E) y sigue por la ruta 11 Greenway a través de pueblos pintorescos hasta Sedlec–Prčice.

Sedlec-Prčice es el destino de la famosa ruta de senderismo Praga-Prčice y realmente merece la pena visitarlo. Si tienes tiempo, visita la plaza principal de Prčice (49.5775689N, 14.5404944E), disfruta en alguno de los restaurantes y admira el centro histórico protegido.

Desde Sedlec-Prčice sólo queda un trecho corto hasta Monínec (49.5495256N, 14.5216578E). Allí te esperan bares, actividades deportivas, relax y un buen café. Y si la ruta te parece corta, las colinas cercanas ofrecen algo de adrenalina extra.