Z Horažďovic předměstí zamíříme do Chanovic a na zámek Lnáře

Autor: Petr Škotko

Pocos lugares son tan especiales, misteriosos y de algún modo ocultos al público como la aldea de Chanovice. ¡Y eso a pesar de ser un destino turístico sumamente atractivo! Castillo, ecomuseo, mirador, leyendas de Jan Žižka o sobre diablos.

La ruta de hoy cabe holgadamente en 35 kilómetros, pero solo si una parte significativa la hacemos en tren. Si decides hacerlo todo en bici, suma al menos otros 50 km.

Esta vez elegimos como punto de partida la estación de tren de Strakonice (49.2551575N, 13.9163047E), de donde salen trenes rápidos hacia Pilsen a las 6:53, 8:53 y 10:53. El destino es Horažďovice předměstí, trayecto de unos 15 minutos.

Horažďovice předměstí (49.3313714N, 13.7388486E) es importante por dos motivos. Es un nudo ferroviario con conexiones hacia Klatovy. Además, enfrente de la estación hay una casa que fue alcanzada por una bomba aérea estadounidense al final de la Segunda Guerra Mundial; con permiso de los dueños puedes ver aún las esquirlas de esa arma mortal en el jardín.

Desde la estación giramos a la izquierda hacia el puente ferroviario, y justo después volvemos a girar a la izquierda para tomar la ruta ciclista 2161 en dirección Babín. Continuamos por carretera local y por el mismo carril bici hacia Svéradice, Slatina y Chanovice. En este tramo de unos 13 km se pueden visitar varios lugares interesantes, como la sinagoga o el reloj de sol en Slatina.

Chanovice (49.4048936N, 13.7173572E) ofrece además de la posibilidad de un refresco, el mencionado castillo, mirador o el ecomuseo.

La segunda parte de nuestra excursión nos devuelve un kilómetro por carretera local y la ruta 2161 (o 2162) hasta el cruce donde giramos a la izquierda hacia Bezděkov (49.4150714N, 13.7406506E), pasando junto al estanque Protivský hasta el Jámský, donde tomaremos la ruta ciclista 1064. Por ella llegaremos a Hradiště, donde tras la capilla giramos bruscamente a la derecha y seguimos, siempre por la 1064, pasando por la estación de Hradiště u Blatné hasta Lnáře. Son unos 10 km más.

Lnáře (49.4578983N, 13.7840625E) merece sin duda una parada. No solo para refrescarse en la cafetería del castillo, sino también por el propio castillo, concretamente la parte llamada 'nueva'. Se terminó en 1686 por Tomáš Zacheus, hijo del conde Czernin de Chudenitz. El castillo está rodeado por un romántico parque inglés de 4 ha construido después de 1727. Durante el protectorado de Bohemia y Moravia fue confiscado y usado como centro de formación de las Juventudes Hitlerianas. Desde 1985 lo utilizó el gobierno como centro de representación y descanso. En 1993 fue devuelto a los descendientes de los propietarios originales, que tras un tiempo lo abrieron al público. No debes dejar de ver el pequeño monumento junto a la entrada: en Lnáře fue capturado el general ruso A. A. Vlasov, que estuvo allí el 11 de mayo de 1945 y fue ejecutado como traidor.

El siguiente tramo, también por la ruta 1064 durante unos cientos de metros, nos llevará a la parada de bus, donde giramos bruscamente a la derecha por la carretera local y rutas ciclistas 31 y 1063, que separan los estanques Veský y Zámecký. Después, otro giro brusco a la derecha y solo por la 31 vamos hasta Hajany (49.4466647N, 13.8360028E) y finalmente Blatná (49.4248858N, 13.8817594E), saliendo enfrente de la estación. En las piernas, casi 35 km y, espero, muchos bonitos recuerdos. Si vuelves a Strakonice en tren, aún tienes tiempo para visitar Blatná, con salidas a las 14:22, 16:04, 18:04, 20:04 y 21:54 (excepto sábado). El trayecto tarda unos 40 minutos.